Su tono de voz me hechizaba,
cada vez que hablaba sus palabras se materializaban.
Sus gestos eran pases mágicos,
bruja cósmica desde el almuerzo,
si ella decía beso,
yo me sentía preso.
Si ella caminaba, todo se petrificaba.
Y así avanzaban los días y mi amor crecía
cada vez que ella hacía brujería.]